Los partidos italianos, divididos a una semana de la elección presidencial

Un hombre contempla un mural de Silvio Berlusconi en Roma/EFE/EPA/Riccardo Antimiani

Los partidos italianos se mantienen divididos para renovar el jefe de Estado a partir del próximo lunes y con la negociación bloqueada por la propuesta de la derecha del nombre de Silvio Berlusconi, rechazado de lleno por el centro y la izquierda.


El próximo lunes el Parlamento italiano será convocado en sesión conjunta -630 diputados, 320 senadores y 58 delegados regionales- para renovar al presidente de la República para los próximos 7 años, pues el 3 de febrero acaba el mandato del actual, Sergio Mattarella.


La elección del nuevo jefe del Estado requiere números elevados que ningún bloque tiene por sí solo -mayoría de dos tercios del hemiciclo o una absoluta desde el cuarto escrutinio- por lo que los partidos deberán acercar posturas o negociar nombres de candidatos.


Sin embargo, a una semana de que empiece la votación para el mayor cargo del Estado, arbitro de la siempre agitada política italiana, los grupos y bloques políticos siguen enrocados en sus posiciones.


Berlusconi es el candidato acordado por la coalición de derechas que forman su partido, Forza Italia (FI), las ultraderechistas Liga y Hermanos de Italia, de Matteo Salvini y Giorgia Meloni, y otras pequeñas formaciones conservadoras o democristianas.


Aunque el magnate tampoco se fía mucho de sus aliados y ha pedido a los parlamentarios de cada partido de su coalición que, al votar, en secreto, escriban de un modo determinado su nombre en la papeleta para saber cuántos esquiroles hay en sus filas, según los medios.


Además Berlusconi está telefoneando a los diputados y senadores del Grupo Mixto para pedirles el voto, con la asistencia del diputado e historiador Vittorio Sgarbi, según ha confesado él mismo.


No obstante, la propuesta del nombre del político y empresario ha obstaculizado cualquier acercamiento de posturas entre la derecha y la izquierda, debido a su controvertido historial, repleto de polémicas, desmanes y sentencias.


Para la principal fuerza de centroizquierda, el Partido Demócrata, la propuesta del exCavaliere como jefe del Estado es "inconcebible", según alegó hoy su portavoz, Simona Malpezzi, para apostar después por un nombre "respetable e imparcial" elegido por "todos".


También fue rechazado por el mayor grupo del actual Parlamento, el Movimiento Cinco Estrellas, y su líder, Giuseppe Conte, pidió a la derecha que "no bloquee" las negociaciones imponiendo un candidato como Berlusconi, "una opción inaceptable e implanteable".


El partido "anticasta" se reunirá en la noche de este lunes para estudiar el escenario ante la elección del jefe del Estado.


En medio de ambos bloques se sitúa el ex primer ministro Matteo Renzi, jefe de la centrista Italia Viva y quien hoy aseguró que habla "con todos" y que Berlusconi no tiene los votos necesarios, en una entrevista a "Il Corriere della Sera".


Otra duda es si el Parlamento propondrá como jefe del Estado al actual presidente del Gobierno, Mario Draghi, lo que, de suceder, supondría un cambio en el Ejecutivo en pleno desarrollo del Plan de Recuperación, o incluso derivar en un adelanto electoral.


Especialmente importante es el número de parlamentarios que en estos momentos están contagiados, al menos 9 senadores, ya que según la ley no pueden salir de sus casas para asistir a la votación, protegida además con un férreo protocolo contra la COVID-19. 

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