“Humano, más humano”, en la Fundación Barrié

La Fundación Barrié expone una selección de obras de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación “la Caixa”, comisariada por Nimfa Bisbe, jefa de sus colecciones. El título “HUMANO, MÁS HUMANO” es una paráfrasis de “Humano, demasiado humano” de Nietzsche, que, frente a la idea de superar la condición humana que este proponía, busca profundizar en los enigmas ontológicos que nos rodean, abordándolo desde la visión de 13 artistas contemporáneos.


La muestra tiene dos partes: la primera la constituyen cuatro grandes pinturas hechas en la década del 80 por A. R. Penck, Barceló, Basquiat y G. Baselitz; la segunda está formada por obras de las décadas del 90 y del 2000 que se acercan a vivencias de actualidad. La obra de A.R.Penck (Dresde,1939-Zurich,2017) es el “Tríptico para Basquiat”, en el que presenta figuras esquemáticas, en rojo y azul, de aire arcaizante, con ecos, en parte, de las pinturas de las cavernas, pero mostrando también comportamientos y formas animalescas que los seres humanos comparten con reptiles y aves de presa. Jean-Michel Basquiat (N. York, 1960-1988) en su cuadro “Bestia” transforma el rostro humano en una gran máscara negra sobre fondo gris, de ojos, nariz y boca simplificados y de cuya frente parecen surgir dos cuernos, de modo que se dijera aterrado espectador de un ritual terrible y ancestral. La pintura de Georg Baselitz (Kamenz, Alemania, 1938), “Madre con niño negro” ofrece una obra de potente expresionismo, con empastes poderosos en negro, representando, de forma invertida, el drama de la maternidad con la madre cabeza abajo; las figuras, perfiladas en terrosos ocres y un pequeño arbolito verde aluden a las ataduras de la naturaleza.”Mapa de carne” es la obra de Miquel Barceló, en la cual construye un escenario de potente vitalidad, en el que se agitan o caminan seres humanos, vísceras, ojos, un ave que parece un proyectil de fuego..., en una orgía cromática que tiene por fondo la silueta de una ciudad nocturna en llamas, habla, así del eterno caminar y la tensión dramática de la existencia.


La 2ª parte de la muestra gira en torno a aspectos de la vida actual, como la incomunicación humana en las grandes ciudades, como recoge la fotografía “Colmena” de Anna Malagrida o el interior panorámico “Cinco segundos revolucionarios VII.”, de Sam Taylord-Wood, en el que resalta el vacío, la soledad y el tedio de la convivencia.”Bastardo en Bañiland”, de Txomin Badiola presenta al ser humano encajonado en sus habitáculos limitadores. Por el contrario, Vik Muñiz, en “Multitud en Coney Island” recoge el multitudinario apiñamiento de 1940, en esta playa. Jean- Marc Bustamante, en “Lumière convierte en fantasmagórica visión una escena de discoteca. En “La caja”, Gino Rubert simboliza nuestra propia cárcel. J.Barbi, en “Invernáculo”, crea especie de seno para guarecerse. “Sombras en agua” de Liu Jianhua es el perfil de la ciudad sin cimientos y “Volta. (Bandeira)” de Stephen Dean muestra el espectáculo entusiasta de la pasión colectiva.

“Humano, más humano”, en la Fundación Barrié

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